64
Y luego fué abierta su boca y su lengua, y habló bendiciendo á Dios.
65
Y fué un temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montañas de Judea fueron divulgadas todas estas cosas.
66
Y todos los que las oían, las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.
67
Y Zacarías su padre fué lleno de Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:
68
Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y hecho redención á su pueblo,
69
Y nos alzó un cuerno de salvación En la casa de David su siervo,
70
Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio:
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Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron;
72
Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordándose de su santo pacto;
73
Del juramento que juró á Abraham nuestro padre, Que nos había de dar,
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Que sin temor librados de nuestros enemigos, Le serviríamos