36
Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril.
37
Porque ninguna cosa será imposible para Dios.
38
Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
39
En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá;
40
y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet.
41
Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
42
y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
43
¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
44
Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre.
45
Y bienaventurada la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor.
46
Entonces María dijo: Mi alma engrandece al Señor,