30
Entonces el ángel le dice: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios.
31
Y he aquí, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús.
32
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y le dará el Señor Dios el trono de David su padre;
33
y reinará en la Casa de Jacob por siempre; y de su Reino no habrá fin.
34
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Porque no conozco varón.
35
Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado Hijo de Dios.
36
Y he aquí, Elisabet tu parienta, también ella ha concebido hijo en su vejez; y éste es el sexto mes a ella que era llamada la estéril;
37
porque ninguna cosa es imposible para Dios.
38
Entonces María dijo: He aquí la criada del Señor; cúmplase en mí conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
39
En aquellos días levantándose María, fue a la montaña con prisa, a una ciudad de Judá;
40
y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet.