11
Y el hijo de la mujer israelita pronunció el Nombre, y maldijo; entonces le llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.
12
Y lo pusieron en la cárcel, hasta que les fuese declarado por palabra del SEÑOR.
13
Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:
14
Saca al blasfemo fuera del real, y todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la cabeza de él, y apedréelo toda la congregación.
15
Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cualquier varón que dijere mal a su Dios, llevará su iniquidad.
16
Y el que pronunciare el Nombre del SEÑOR, morirá; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si pronunciare el Nombre, que muera.
17
Asimismo el hombre que hiere de muerte a cualquiera persona, que sufra la muerte.
18
Y el que hiere a algún animal ha de restituirlo, animal por animal.
19
Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho:
20
Rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que habrá hecho a otro, tal se hará a él.
21
El que hiere algún animal, ha de restituirlo; mas el que hiere de muerte a un hombre, que muera.
22
Un mismo derecho tendréis; como el extranjero, así será el natural; porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
23
Y habló Moisés a los hijos de Israel, y ellos sacaron al blasfemo fuera del real, y lo apedrearon con piedras. Y los hijos de Israel hicieron según que el SEÑOR había mandado a Moisés.