28
Y no haréis rasguños en vuestra carne por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna: Yo Jehová.
29
No contaminarás tu hija haciéndola fornicar: porque no se prostituya la tierra, y se hincha de maldad.
30
Mis sábados guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia: Yo Jehová.
31
No os volváis á los encantadores y á los adivinos: no los consultéis ensuciándoos con ellos: Yo Jehová vuestro Dios.
32
Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor: Yo Jehová.
33
Y cuando el extranjero morare contigo en vuestra tierra, no le oprimiréis.
34
Como á un natural de vosotros tendréis al extranjero que peregrinare entre vosotros; y ámalo como á ti mismo; porque peregrinos fuisteis en la tierra de Egipto: Yo Jehová vuestro Dios.
35
No hagáis agravio en juicio, en medida de tierra, ni en peso, ni en otra medida.
36
Balanzas justas, pesas justas, epha justo, é hin justo tendréis: Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.
37
Guardad pues todos mis estatutos, y todos mis derechos, y ponedlos por obra: Yo Jehová.