23
Y cuando hubiereis entrado en la tierra, y plantareis todo árbol de comer, circuncidaréis el prepucio de su fruto; tres años os será incircunciso; su fruto no se comerá
24
Y al cuarto año todo su fruto será santidad de alegría al SEÑOR
25
Mas al quinto año comeréis el fruto de él, para que os haga crecer su fruto. YO SOY el SEÑOR vuestro Dios
26
No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinaréis
27
No cortaréis en redondo las extremidades de vuestras cabezas, ni dañaréis la punta de tu barba
28
Y no haréis rasguños en vuestra carne por un muerto, ni imprimiréis en vosotros marca alguna. Yo soy el SEÑOR
29
No contaminarás tu hija haciéndola fornicar; para que no se prostituya la tierra, y se llene de maldad
30
Mis sábados guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo soy el SEÑOR
31
No os volváis a los espiritistas ni a los adivinos; no los consultéis ensuciándoos con ellos. YO SOY vuestro Dios
32
Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo soy el SEÑOR
33
Y cuando el extranjero morare contigo en vuestra tierra, no le oprimiréis