8
Aun cuando clamé y dí voces, cerro los oídos a mi oración.
9
Cercó mis caminos con piedra tajada, torció mis senderos.
10
Como oso que acecha fué para mí, como león en escondrijos.
11
Torció mis caminos, y depedazóme; tornóme asolado.
12
Su arco entesó, y púsome como blanco a la saeta.
13
Hizo entrar en mis riñones las saetas de su aljaba.
14
Fuí escarnio á todo mi pueblo, canción de ellos todos los días.
15
Hartóme de amarguras, embriagóme de ajenjos.
16
Quebróme los dientes con cascajo, cubrióme de ceniza.
17
Y mi alma se alejó de la paz, olvidéme del bien.
18
Y dije: Pereció mi fortaleza, y mi esperanza de Jehová.