8
Cierta vez los árboles decidieron elegir un rey.
Primero le dijeron al olivo:
“¡Reina sobre nosotros!”.
9
Pero el olivo se negó diciendo:
“¿Dejaría yo de producir el aceite de oliva
que bendice a Dios y a la gente,
solo para mecerme por encima de los árboles?”.
10
»Entonces le dijeron a la higuera:
“¡Reina sobre nosotros!”.
11
Pero la higuera también se negó diciendo:
“¿Dejaría yo de producir mi dulce fruto,
solo para mecerme por encima de los árboles?”.
12
»Entonces le dijeron a la vid:
“¡Reina sobre nosotros!”.
13
Pero la vid también se negó diciendo:
“¿Dejaría yo de producir el vino
que alegra a Dios y a la gente,
solo para mecerme por encima de los árboles?”.
14
»Finalmente todos los árboles le dijeron al espino:
“¡Reina sobre nosotros!”.
15
Y el espino les respondió a los árboles:
“Si realmente quieren que yo sea su rey,
vengan a refugiarse bajo mi sombra.
Si no, que salga fuego de mí
y consuma los cedros del Líbano”».
16
Jotam continuó: «Ahora asegúrense de haber actuado honorablemente y de buena fe al elegir como rey a Abimelec, y de haberse portado bien con Gedeón y todos sus descendientes. ¿Lo trataron con la honra que se merece por todo lo que realizó?
17
Pues él luchó por ustedes y arriesgó su vida cuando los rescató de los madianitas.
18
Pero hoy ustedes se rebelaron contra mi padre y sus descendientes al matar a sus setenta hijos sobre una misma piedra. Y escogieron a Abimelec, hijo de su esclava, para que sea rey de ustedes, solo porque es su pariente.