8
Fueron los árboles a ungir rey sobre sí, y le dijeron al olivo: Reina sobre nosotros
9
Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi grosura, con el que por mi causa Dios y los hombres son honrados, por ir a ser grande sobre los árboles
10
Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros
11
Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, por ir a ser grande sobre los árboles
12
Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros
13
Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, por ir a ser grande sobre los árboles
14
Dijeron entonces todos los árboles al escaramujo: Anda tú, reina sobre nosotros
15
Y el escaramujo respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, y aseguraos debajo de mi sombra; y si no, fuego salga del escaramujo que devore los cedros del Líbano
16
Ahora pues, si con verdad y con integridad habéis procedido en hacer rey a Abimelec, y si lo habéis hecho bien con Jerobaal y con su casa, y si le habéis pagado conforme a la obra de sus manos
17
(Pues que mi padre peleó por vosotros, y echó lejos su vida por libraros de la mano de Madián
18
y vosotros os levantasteis hoy contra la casa de mi padre, y matasteis a sus hijos, setenta varones, sobre una piedra; y habéis puesto por rey sobre los señores de Siquem a Abimelec, hijo de su criada, por cuanto es vuestro hermano)