26
Y Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos, y se pasaron a Siquem; y los señores de Siquem se confiaron en él.
27
Y saliendo al campo, vendimiaron sus viñas, y pisaron la uva, e hicieron alegrías; y entrando en el templo de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec.
28
Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelec y qué es Siquem, para que nosotros le sirvamos a él? ¿No es hijo de Jerobaal? ¿Y no es Zebul su asistente? Servid a los varones de Hamor padre de Siquem. ¿Por qué habíamos de servir a él?
29
Fuérame dado este pueblo bajo mi mano, yo echaría luego a Abimelec. Y decía a Abimelec: Aumenta tus escuadrones, y sal.
30
Y Zebul asistente de la ciudad, oyendo las palabras de Gaal hijo de Ebed, se encendió su ira;
31
y envió sagazmente mensajeros a Abimelec, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido a Siquem, y he aquí, que han cercado la ciudad contra ti.
32
Levántate pues ahora de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscada en el campo.
33
Y por la mañana al salir el sol te levantarás y acometerás la ciudad; y él y el pueblo que está con él saldrán contra ti, y tú harás con él según que se te ofrecerá.
34
Levantándose, pues, de noche Abimelec y todo el pueblo que con él estaba , pusieron emboscada contra Siquem con cuatro compañías.
35
Y Gaal hijo de Ebed salió, y se puso a la entrada de la puerta de la ciudad; y Abimelec y todo el pueblo que con él estaba , se levantaron de la emboscada.
36
Y viendo Gaal el pueblo, dijo a Zebul: He allí pueblo que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: La sombra de los montes te parece hombres.
37
Mas Gaal volvió a hablar, y dijo: He allí pueblo que desciende por medio de la tierra, y un escuadrón viene camino de la campiña de Meonenim.
38
Y Zebul le respondió: ¿Dónde está ahora aquel dicho que decías: Quién es Abimelec para que le sirvamos? ¿No es éste el pueblo que tenías en poco? Sal pues ahora, y pelea con él.
39
Y Gaal salió delante de los señores de Siquem, y peleó contra Abimelec.
40
Mas lo persiguió Abimelec, delante del cual él huyó; y cayeron heridos muchos hasta la entrada de la puerta.
41
Y Abimelec se quedó en Aruma; y Zebul echó fuera a Gaal y a sus hermanos, para que no morasen en Siquem.
42
Y aconteció al siguiente día, que el pueblo salió al campo; y fue dado aviso a Abimelec.
43
El cual, tomando gente, la repartió en tres compañías, y puso emboscadas en el campo; y cuando miró, he aquí el pueblo que salía de la ciudad; y se levantó contra ellos, y los hirió.
44
Pues Abimelec y el escuadrón que estaba con él, acometieron con ímpetu, y pararon a la entrada de la puerta de la ciudad; y las otras dos compañías acometieron a todos los que estaban en el campo, y los hirieron.
45
Y después de combatir Abimelec la ciudad todo aquel día, la tomó, y mató el pueblo que en ella estaba , y asoló la ciudad, y la sembró de sal.
46
Cuando oyeron esto todos los que estaban en la torre de Siquem, entraron en la fortaleza del templo del dios Berit.
47
Y fue dicho a Abimelec como todos los de la torre de Siquem estaban reunidos.
48
Entonces subió Abimelec al monte de Salmón, él y toda la gente que con él estaba ; y tomó Abimelec un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles, y levantándola se la puso sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me veis a mí que hago, haced vosotros prestamente como yo.
49
Y así todo el pueblo cortó también cada uno su rama, y siguieron a Abimelec, y las pusieron junto a la fortaleza, y prendieron fuego con ellas a la fortaleza; de manera que todos los de la torre de Siquem murieron, como unos mil hombres y mujeres.
50
Después Abimelec se fue a Tebes; y puso cerco a Tebes, y la tomó.
51
En medio de aquella ciudad había una torre fuerte, a la cual se retiraron todos los hombres y mujeres, y todos los señores de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas , se subieron al techo de la torre.
52
Y vino Abimelec a la torre, y combatiéndola, llegó a la puerta de la torre para pegarle fuego.
53
Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec, y le quebró los cascos.
54
Y luego él llamó a su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió.
55
Y cuando los israelitas vieron muerto a Abimelec, se fueron cada uno a su casa.
56
Así devolvió Dios a Abimelec el mal que hizo contra su padre matando a sus setenta hermanos.
57
Y aun todo el mal de los señores de Siquem tornó Dios sobre sus cabezas; y la maldición de Jotam, hijo de Jerobaal, vino sobre ellos.