10
Entonces la congregación envió allá doce mil hombres de los más valientes, y les mandaron, diciendo: Id y pasad a espada a los moradores de Jabes-galaad, con las mujeres y los niños
11
Mas haréis de esta manera: mataréis a todo varón, y a toda mujer que hubiere conocido ayuntamiento de varón
12
Y hallaron de los moradores de Jabes-galaad cuatrocientas vírgenes que no habían conocido varón en ayuntamiento de varón, y las trajeron al campamento en Silo, que es en la tierra de Canaán
13
Toda la congregación envió luego a hablar a los hijos de Benjamín que estaban en la peña de Rimón, y los llamaron en paz
14
Y volvieron entonces los de Benjamín; y les dieron por mujeres las que habían guardado vivas de las mujeres de Jabes-galaad; mas no les bastaron éstas
15
Y el pueblo se arrepintió a causa de Benjamín, de que el SEÑOR hubiera hecho mella en las tribus de Israel
16
Entonces los ancianos de la congregación dijeron: ¿Qué haremos acerca de mujeres para los que han quedado? Porque las mujeres de Benjamín habían sido exterminadas
17
Y dijeron: Que se salva la heredad de Benjamín, para que no sea una tribu raída de Israel
18
Nosotros sin embargo, no les podemos dar mujeres de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado, diciendo: Maldito el que diere mujer a alguno de Benjamín
19
Ahora bien, dijeron, he aquí cada año hay fiesta solemne del SEÑOR en Silo, que está al aquilón de Bet-el, y al nacimiento del sol al camino que sube de Bet-el a Siquem, y al mediodía de Lebona
20
Y mandaron a los hijos de Benjamín, diciendo: Id, y poned emboscada en las viñas