5 y en la ley Moisés nos mandó apedrear a las tales. Tú pues, ¿qué dices?
6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia abajo, escribía en tierra con el dedo.
7 Y como perseverasen preguntándole, se enderezó, y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
8 Y volviéndose a inclinar hacia abajo, escribía en tierra.
9 Oyendo pues ellos esto (redargüidos de la conciencia), se salían uno a uno, comenzando desde los más viejos (hasta los postreros), y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
10 Y enderezándose Jesús, y no viendo a nadie más que a la mujer, le dijo: ¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado?
11 Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
12 Y les habló Jesús otra vez, diciendo: YO SOY la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida.
13 Entonces los fariseos le dijeron: Tú de ti mismo das testimonio; tu testimonio no es verdadero.
14 Respondió Jesús, y les dijo: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; mas vosotros no sabéis de dónde vengo, y a dónde voy.
15 Vosotros según la carne juzgáis; mas yo no juzgo a nadie.
16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
18 YO SOY el que doy testimonio de mí mismo, y da testimonio de mí el que me envió, el Padre.
19 Y le decían: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, a mi Padre también conoceríais.
20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las limosnas, enseñando en el Templo; y nadie le prendió; porque aún no había venido su hora.
21 Y les dijo otra vez Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, mas en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir.
22 Decían entonces los judíos: ¿Se ha de matar a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?
23 Y les decía: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creyereis que YO SOY, en vuestros pecados moriréis.
25 Y le decían: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: El que al principio también os he dicho.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Juan 8:5 Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices?

English Standard Version ESV

John 8:5 Now in the Law Moses commanded us to stone such women. So what do you say?"

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Juan 8:5 y en la ley Moisés nos mandó apedrear a las tales. Tú pues, ¿qué dices

King James Version KJV

New King James Version NKJV

John 8:5 Now Moses, in the law, commanded us that such should be stoned. But what do You say?"

Nueva Traducción Viviente NTV

Juan 8:5 La ley de Moisés manda apedrearla, ¿tú qué dices?».

Nueva Versión Internacional NVI

Juan 8:5 En la ley Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú qué dices?

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Juan 8:5 Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices?

Herramientas de Estudio para Juan 8:5-25