41
Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Le dijeron entonces: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios
42
Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuera Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; que no he venido de mí mismo, mas él me envió
43
¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra
44
Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. El, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira
45
Y porque yo digo Verdad, no me creéis
46
¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis
47
El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios
48
Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y tienes demonio
49
Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me habéis deshonrado
50
Y no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga
51
De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no verá muerte para siempre
52
Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas, ¿y tú dices: El que guardare mi palabra, no gustará muerte para siempre
53
¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? Y los profetas murieron; ¿quién te haces
54
Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria es nada; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios
55
y no le conocéis: mas yo le conozco; y si dijere que no le conozco, seré como vosotros mentiroso, mas le conozco, y guardo su palabra
56
Abraham vuestro padre se gozó por ver mi día; y lo vio, y se gozó
57
Le dijeron entonces los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham
58
Les dijo Jesús: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuera, YO SOY
59
Tomaron entonces piedras para tirarle; mas Jesús se encubrió, y salió del Templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue