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¿Acaso ha creído en El alguno de los gobernantes, o de los fariseos?
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Pero esta multitud que no conoce de la ley, maldita es.
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Nicodemo, el que había venido a Jesús antes, y que era uno de ellos, les dijo<***>:
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¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre a menos que le oiga primero y sepa lo que hace?
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Respondieron y le dijeron: ¿Es que tú también eres de Galilea? Investiga, y verás que ningún profeta surge de Galilea.
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Y cada uno se fue a su casa.