12
Y había grande murmullo de él en el pueblo, porque unos decían: Bueno es; y otros decían: No, antes engaña al pueblo.
13
Mas ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo de los judíos.
14
Y al medio de la Fiesta subió Jesús al Templo, y enseñaba.
15
Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, no habiendo aprendido?
16
Les respondió Jesús, y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
17
El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo.
18
El que habla de sí mismo, gloria propia busca; mas el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
19
¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué me procuráis matar?
20
Respondió el pueblo, y dijo: Demonio tienes; ¿quién te procura matar?
21
Jesús respondió, y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.
22
Cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en sábado circuncidáis al hombre.