7 El enfermo le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras yo llego, otro baja antes que yo.
8 Jesús le dijo<***>: Levántate, toma tu camilla y anda.
9 Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar. Y aquel día era día de reposo.
10 Por eso los judíos decían al que fue sanado: Es día de reposo, y no te es permitido cargar tu camilla.
11 Pero él les respondió: El mismo que me sanó, me dijo: "Toma tu camilla y anda."
12 Le preguntaron: ¿Quién es el hombre que te dijo: "Toma tu camilla y anda"?
13 Pero el que había sido sanado no sabía quién era, porque Jesús, sigilosamente, se había apartado de la multitud que estaba en aquel lugar.
14 Después de esto Jesús lo halló<***> en el templo y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor.
15 El hombre se fue, y dijo a los judíos que Jesús era el que lo había sanado.
16 A causa de esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en el día de reposo.
17 Pero El les respondió: Hasta ahora mi Padre trabaja, y yo también trabajo.
18 Entonces, por esta causa, los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
19 Por eso Jesús, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera.
20 Pues el Padre ama al Hijo, y le muestra todo lo que El mismo hace; y obras mayores que éstas le mostrará, para que os admiréis.
21 Porque así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que El quiere.
22 Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo,
23 para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
24 En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.
25 En verdad, en verdad os digo que viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán.
26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en sí mismo;
27 y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es el Hijo del Hombre.

English Standard Version ESV

John 5:7 The sick man answered him, "Sir, I have no one to put me into the pool when the water is stirred up, and while I am going another steps down before me."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Juan 5:7 Y el enfermo le respondió: Señor, no tengo hombre que cuando el agua fuere revuelta, me meta en el estanque; porque entre tanto que yo vengo, otro antes de mí ha descendido

King James Version KJV

New King James Version NKJV

John 5:7 The sick man answered Him, "Sir, I have no man to put me into the pool when the water is stirred up; but while I am coming, another steps down before me."

Nueva Traducción Viviente NTV

Juan 5:7 —Es que no puedo, señor —contestó el enfermo—, porque no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se agita el agua. Siempre alguien llega antes que yo.

Nueva Versión Internacional NVI

Juan 5:7 —Señor —respondió—, no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua, y cuando trato de hacerlo, otro se mete antes.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Juan 5:7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo hombre que me meta en el estánque cuando el agua fuere revuelta; porque entre tanto que yo vengo, otro antes de mí ha descendido.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Juan 5:7 Y el enfermo le respondió: Señor, no tengo hombre que cuando el agua fuere revuelta, me meta en el estanque; porque entre tanto que yo vengo, otro antes de mí ha descendido.

Herramientas de Estudio para Juan 5:7-27