47
Cuando él oyó que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a su encuentro y le suplicaba que bajara y sanara a su hijo, porque estaba al borde de la muerte.
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Jesús entonces le dijo: Si no veis señales y prodigios, no creeréis.
49
El oficial del rey le dijo<***>: Señor, baja antes de que mi hijo muera.
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Jesús le dijo<***>: Vete, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo y se fue.
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Y mientras bajaba, sus siervos le salieron al encuentro y le dijeron que su hijo vivía.
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Entonces les preguntó a qué hora había empezado a mejorar. Y le respondieron: Ayer a la hora séptima se le quitó la fiebre.
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El padre entonces se dio cuenta que fue a la hora en que Jesús le dijo: Tu hijo vive. Y creyó él y toda su casa.
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Esta fue la segunda señal que Jesús hizo cuando fue de Judea a Galilea.