22
Entonces los discípulos mirábanse los unos á los otros, dudando de quién decía.
23
Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado en el seno de Jesús.
24
A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquél de quien decía.
25
El entonces recostándose sobre el pecho de Jesús, dícele: Señor, ¿quién es?
26
Respondió Jesús: Aquél es, á quien yo diere el pan mojado. Y mojando el pan, diólo á Judas Iscariote, hijo de Simón.
27
Y tras el bocado Satanás entró en él. Entonces Jesús le dice: Lo que haces, haz lo más presto.
28
Mas ninguno de los que estaban á la mesa entendió á qué propósito le dijo esto.
29
Porque los unos pensaban, por que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta: ó, que diese algo á los pobres.
30
Como él pues hubo tomado el bocado, luego salió: y era ya noche.
31
Entonces como él salió, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él.
32
Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y luego le glorificará.
33
Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscaréis; mas, como dije á los Judíos: Donde yo voy, vosotros no podéis venir; así digo á vosotros ahora.
34
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros.
35
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
36
Dícele Simón Pedro: Señor, ¿adónde vas? Respondióle Jesús: Donde yo voy, no me puedes ahora seguir; mas me seguirás después.
37
Dícele Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? mi alma pondré por ti.
38
Respondióle Jesús: ¿Tu alma pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.