12
Los discípulos entonces le dijeron: Señor, si se ha dormido, se recuperará.
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Pero Jesús había hablado de la muerte de Lázaro, mas ellos creyeron que hablaba literalmente del sueño.
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Entonces Jesús, por eso, les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
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y por causa de vosotros me alegro de no haber estado allí, para que creáis; pero vamos a donde está él.
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Tomás, llamado el Dídimo, dijo entonces a sus condiscípulos: Vamos nosotros también para morir con El.
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Llegó, pues, Jesús y halló que ya hacía cuatro días que estaba en el sepulcro.
18
Betania estaba cerca de Jerusalén, como a tres kilómetros ;
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y muchos de los judíos habían venido a casa de Marta y María, para consolarlas por la muerte de su hermano.
20
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, fue a su encuentro, pero María se quedó sentada en casa.
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Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
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Aun ahora, yo sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.
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Jesús le dijo<***>: Tu hermano resucitará.
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Marta le contestó<***>: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final.
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Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá,
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y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
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Ella le dijo<***>: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene al mundo.
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Y habiendo dicho esto, se fue y llamó a su hermana María, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí, y te llama.
29
Tan pronto como ella lo oyó, se levantó<***> rápidamente y fue hacia El.
30
Pues Jesús aún no había entrado en la aldea, sino que todavía estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.
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Entonces los judíos que estaban con ella en la casa consolándola, cuando vieron que María se levantó de prisa y salió, la siguieron, suponiendo que iba al sepulcro a llorar allí.
32
Cuando María llegó adonde estaba Jesús, al verle, se arrojó entonces a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.