30
Este es del que dije: Tras mí viene un varón, el cual es antes de mí: porque era primero que yo.
31
Y yo no le conocía; más para que fuese manifestado á Israel, por eso vine yo bautizando con agua.
32
Y Juan dió testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y reposó sobre él.
33
Y yo no le conocía; mas el que me envió á bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien vieres descender el Espíritu, y que reposa sobre él, éste es el que bautiza con Espíritu Santo.
34
Y yo le vi, y he dado testimonio que éste es el Hijo de Dios.
35
El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
36
Y mirando á Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.
37
Y oyéronle los dos discípulos hablar, y siguieron á Jesús.
38
Y volviéndose Jesús, y viéndolos seguir le, díceles: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabbí (que declarado quiere decir Maestro) ¿dónde moras?
39
Díceles: Venid y ved. Vinieron, y vieron donde moraba, y quedáronse con él aquel día: porque era como la hora de las diez.
40
Era Andrés, hermano de Simón Pedro, uno de los dos que habían oído de Juan, y le habían seguido.