18
A Dios nadie le vio jamás; el Unigénito hijo, que está en el seno del Padre, él nos lo declaró
19
Y éste es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas, que le preguntaran: ¿Tú, quién eres
20
Y confesó, y no negó; confesó que no era el Cristo
21
Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No
22
Le dijeron: ¿Pues quién eres? Para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo
23
Dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías
24
Y los que habían sido enviados eran de los fariseos
25
Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué pues bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta
26
Y Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros ha estado, quien vosotros no conocéis
27
éste es el que ha de venir tras mí, el cual es antes de mí; del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato
28
Estas cosas acontecieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba