10
Y llegando a los términos del Jordán, que está en la tierra de Canaán, los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar de grande apariencia
11
Y los hijos de Israel oyeron decir como los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, habían edificado un altar delante de la tierra de Canaán, en los términos del Jordán, al paso de los hijos de Israel
12
Lo cual cuando los hijos de Israel oyeron, se juntó toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra ellos
13
Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés en la tierra de Galaad, a Finees hijo de Eleazar sacerdote
14
y a diez príncipes con él; un príncipe de cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de los cuales era cabeza de familia de sus padres entre los millares de Israel
15
Los cuales vinieron a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad, y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad; y les hablaron, diciendo
16
Toda la congregación del SEÑOR dice así: ¿Qué transgresión es ésta con que prevaricáis contra el Dios de Israel, volviéndoos hoy de seguir al SEÑOR, edificándoos altar para ser hoy rebeldes contra el SEÑOR
17
¿Nos ha sido poco la iniquidad de Peor, de la que no estamos aún limpios hasta este día, por la cual fue la mortandad en la congregación del SEÑOR
18
Y vosotros os volvéis hoy de seguir al SEÑOR; mas será que vosotros os rebelaréis hoy contra el SEÑOR, y mañana se airará él contra toda la congregación de Israel
19
Que si os parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasaos a la tierra de la posesión del SEÑOR, en la cual está el tabernáculo del SEÑOR, y tomad posesión entre nosotros; pero no os rebeléis contra el SEÑOR, ni os rebeléis contra nosotros, edificándoos altar a más del altar del SEÑOR nuestro Dios
20
¿Por ventura no cometió Acán, hijo de Zera, prevaricación en el anatema, y vino ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad
21
Entonces los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, respondieron y dijeron a los principales de los millares de Israel
22
El Dios de los dioses, El SEÑOR, el Dios de los dioses, El SEÑOR, él sabe, y que Israel también sepa; si por rebelión o por prevaricación contra el SEÑOR (no nos salves hoy)
23
que nos hemos edificado altar para tornarnos de en pos del SEÑOR, o para sacrificar holocausto o presente, o para hacer sobre él sacrificios pacíficos, el mismo SEÑOR nos lo demande
24
asimismo, si no lo hicimos por temor de esto, diciendo: Por ventura mañana vuestros hijos dirán a nuestros hijos: ¿Qué tenéis vosotros con el SEÑOR Dios de Israel
25
El SEÑOR ha puesto por término el Jordán entre nosotros y vosotros, oh hijos de Rubén e hijos de Gad; no tenéis vosotros parte con el SEÑOR; y así vuestros hijos harán que nuestros hijos no teman al SEÑOR
26
Por esto dijimos: Hagamos ahora por edificarnos un altar, no para holocausto ni para sacrificio
27
sino para que sea un testimonio entre nosotros y vosotros, y entre los que vendrán después de nosotros, para que hagan el servicio del SEÑOR delante de él con nuestros holocaustos, con nuestros sacrificios, y con nuestros pacíficos; y no digan mañana vuestros hijos a los nuestros: Vosotros no tenéis parte con el SEÑOR
28
Nosotros, pues, dijimos: Si aconteciere que tal digan a nosotros, o a nuestras generaciones en lo por venir, entonces responderemos: Mirad el símil del altar del SEÑOR, el cual hicieron nuestros padres, no para holocaustos o sacrificios, sino para que fuera testimonio entre nosotros y vosotros
29
Nunca tal acontezca que nos rebelemos contra el SEÑOR, o que nos apartemos hoy de seguir al SEÑOR, edificando altar para holocaustos, para presente, o para sacrificio, a más del altar del SEÑOR nuestro Dios que está delante de su Tabernáculo
30
Y oyendo Finees el sacerdote y los príncipes de la congregación, y las cabezas de los millares de Israel que con él estaban, las palabras que hablaron los hijos de Rubén y los hijos de Gad y los hijos de Manasés, estuvieron contentos de ello