3
Dijo, pues, Josué a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo pospondréis el entrar a tomar posesión de la tierra que el SEÑOR, el Dios de vuestros padres, os ha dado?
4
Escoged tres hombres de cada tribu, a quienes yo enviaré, y ellos se levantarán y recorrerán la tierra, y harán una descripción de ella según su heredad; entonces volverán a mí.
5
Y la dividirán en siete partes; Judá se quedará en su territorio en el sur, y la casa de José se quedará en su territorio en el norte.
6
Y describiréis la tierra en siete partes, y me traeréis aquí la descripción. Y yo os echaré suertes aquí delante del SEÑOR nuestro Dios.
7
Pues los levitas no tienen porción entre vosotros porque el sacerdocio del SEÑOR es su herencia. Gad, Rubén y la media tribu de Manasés también han recibido su herencia al otro lado del Jordán hacia el oriente, la cual les dio Moisés, siervo del SEÑOR.
8
Entonces los hombres se levantaron y partieron, y Josué ordenó a los que salieron a describir la tierra, diciendo: Id y recorred la tierra, y describidla y volved a mí; entonces os echaré suertes aquí en Silo delante del SEÑOR.
9
Y los hombres fueron y recorrieron la tierra y la describieron por ciudades en siete partes en un libro; y vinieron a Josué en el campamento en Silo.
10
Y Josué les echó suertes en Silo delante del SEÑOR, y allí Josué repartió la tierra a los hijos de Israel conforme a sus divisiones.
11
Y salió la suerte de la tribu de los hijos de Benjamín conforme a sus familias, y el territorio de su suerte estaba entre los hijos de Judá y los hijos de José.
12
Y su límite por el lado norte comenzaba en el Jordán, subía por el lado de Jericó al norte, ascendía por la región montañosa hacia el occidente y terminaba en el desierto de Bet-avén.
13
De allí el límite seguía hasta Luz, por el lado sur de Luz, es decir, Betel; y el límite bajaba hasta Atarot-adar, cerca del monte que está al sur de Bet-horón de abajo.