5
Me rodearon las aguas hasta el alma, el gran abismo me envolvió, las algas se enredaron a mi cabeza.
6
Descendí hasta las raíces de los montes, la tierra con sus cerrojos me ponía cerco para siempre; pero tú sacaste de la fosa mi vida, oh SEÑOR, Dios mío.
7
Cuando en mí desfallecía mi alma, del SEÑOR me acordé; y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo templo.
8
Los que confían en vanos ídolos su propia misericordia abandonan,
9
mas yo con voz de acción de gracias te ofreceré sacrificios. Lo que prometí, pagaré. La salvación es del SEÑOR.
10
Entonces el SEÑOR dio orden al pez, y éste vomitó a Jonás en tierra firme.