4 Lo que quedó de la oruga comió la langosta, y lo que quedó de la langosta comió el pulgón; y el revoltón comió lo que del pulgón había quedado.
5 Despertad, borrachos, y llorad; aullad, todos los que bebéis vino, a causa del mosto, porque os es quitado de vuestra boca.
6 Porque gente subió a mi tierra, fuerte y sin número; sus dientes, dientes de león, y sus muelas, de león.
7 Asoló mi vid, y descortezó mi higuera; del todo la desnudó y derribó; sus ramas quedaron blancas.
8 Llora tú como joven vestida de cilicio por el marido de su juventud.
9 Pereció el presente y la libación de la Casa del SEÑOR; los sacerdotes ministros del SEÑOR hicieron luto.
10 El campo fue destruido, se enlutó la tierra; porque el trigo fue destruido, se secó el mosto, el aceite pereció.
11 Confundíos, labradores; aullad, viñeros, por el trigo y la cebada; porque se perdió la mies del campo.
12 Se secó la vid, y pereció la higuera; el granado también, la palma, y el manzano; se secaron todos los árboles del campo; por lo cual se secó el gozo de los hijos de los hombres.
13 Ceñíos y lamentad, sacerdotes; aullad, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitado es de la Casa de vuestro Dios el presente y la libación.
14 Pregonad ayuno, llamad a congregación; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la Casa del SEÑOR vuestro Dios, y clamad al SEÑOR.
15 ¡Ay del día! Porque cercano está el día del SEÑOR, y vendrá como destrucción hecha por el Todopoderoso.
16 ¿No es quitado el mantenimiento de delante de nuestros ojos, la alegría y el placer de la Casa de nuestro Dios?
17 La semilla se pudrió debajo de sus terrones, los alfolíes fueron asolados y destruidos; porque se secó el trigo.
18 ¡Cuánto gimen las bestias! ¡Cuán turbados anden los bueyes de los hatos, porque no tienen pastos! También son asolados los rebaños de las ovejas.
19 A ti, oh SEÑOR, clamaré; porque fuego consumió los pastos del desierto, y llama abrasó todos los árboles del campo.
20 Las bestias del campo bramarán también a ti; porque se secaron los arroyos de las aguas, y fuego consumió las praderías del desierto.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Joel 1:4 Lo que dejó la oruga, lo comió la langosta; lo que dejó la langosta, lo comió el pulgón; y lo que dejó el pulgón, lo comió el saltón.

English Standard Version ESV

Joel 1:4 What the cutting locust left, the swarming locust has eaten. What the swarming locust left, the hopping locust has eaten, and what the hopping locust left, the destroying locust has eaten.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Joel 1:4 Lo que quedó de la oruga comió la langosta, y lo que quedó de la langosta comió el pulgón; y el revoltón comió lo que del pulgón había quedado

King James Version KJV

Joel 1:4 That which the palmerworm hath left hath the locust eaten; and that which the locust hath left hath the cankerworm eaten; and that which the cankerworm hath left hath the caterpiller eaten.

New King James Version NKJV

Joel 1:4 What the chewing locust a left, the swarming locust has eaten; What the swarming locust left, the crawling locust has eaten; And what the crawling locust left, the consuming locust has eaten.

Nueva Traducción Viviente NTV

Joel 1:4 Después de que la oruga devoró las cosechas,
¡el pulgón acabó con lo que quedaba!
Luego vino el saltamontes
y llegó también la langosta.

Nueva Versión Internacional NVI

Joel 1:4 Lo que dejaron las langostas grandeslo devoraron las langostas pequeñas;lo que dejaron las langostas pequeñasse lo comieron las larvas;y lo que dejaron las larvasse lo comieron las orugas.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Joel 1:4 Lo que quedó de la oruga comió la langosta, y lo que quedó de la langosta comió el pulgón; y el revoltón comió lo que del pulgón había quedado.

Herramientas de Estudio para Joel 1:4-20