2
¡Oigan esto, ancianos del pueblo!¡Presten atención, habitantes todos del país!¿Alguna vez sucedió cosa semejanteen sus tiempos o en los de sus antepasados?
3
Cuéntenselo a sus hijos,y que ellos se lo cuenten a los suyos,y estos a la siguiente generación.
4
Lo que dejaron las langostas grandeslo devoraron las langostas pequeñas;lo que dejaron las langostas pequeñasse lo comieron las larvas;y lo que dejaron las larvasse lo comieron las orugas.
5
¡Despierten, borrachos, y lloren!Giman, todos los entregados al vino,porque el vino dulce les fue arrebatado de los labios.
6
Una nación poderosa e innumerableha invadido mi país:tiene dientes de león,colmillos de leona.
7
Asoló mis vides,desgajó mis higueras.Las peló hasta dejar blancas sus ramas;¡las derribó por completo!
8
Mi pueblo gime como virgen vestida de lutopor la muerte de su prometido.
9
Las ofrendas de cereales y las libacionesno se ofrecen ya en la casa del SEÑOR.Hacen duelo los sacerdotes,los ministros del SEÑOR.
10
Los campos yacen devastados,reseca está la tierra;han sido arrasados los cereales,se ha secado el vino nuevoy agotado el aceite.
11
Séquense también ustedes, labradores;giman, viñadores,por el trigo y la cebada,porque se ha perdido la cosecha de los campos.
12
La vid se marchitó;languideció la higuera;se marchitaron los granados,las palmeras, los manzanos,¡todos los árboles del campo!¡Y hasta la alegría de la gente acabó por marchitarse!