2
¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, Y las palabras de tu boca serán como un viento fuerte?
3
¿Acaso pervertirá Dios el derecho, O el Todopoderoso pervertirá la justicia?
4
Si tus hijos pecaron contra él, El los echó en el lugar de su pecado.
5
Si tú de mañana buscares á Dios, Y rogares al Todopoderoso;
6
Si fueres limpio y derecho, Cierto luego se despertará sobre ti, Y hará próspera la morada de tu justicia.
7
Y tu principio habrá sido pequeño, Y tu postrimería acrecerá en gran manera.
8
Porque pregunta ahora á la edad pasada, Y disponte para inquirir de sus padres de ellos;
9
Pues nosotros somos de ayer, y no sabemos, Siendo nuestros días sobre la tierra como sombra.
10
¿No te enseñarán ellos, te dirán, Y de su corazón sacarán palabras?
11
¿Crece el junco sin lodo? ¿Crece el prado sin agua?
12
Aun él en su verdor no será cortado, Y antes de toda hierba se secará.
13
Tales son los caminos de todos los que olvidan á Dios: Y la esperanza del impío perecerá:
14
Porque su esperanza será cortada, Y su confianza es casa de araña.
15
Apoyaráse él sobre su casa, mas no permanecerá en pie; Atendráse á ella, mas no se afirmará.
16
A manera de un árbol, está verde delante del sol, Y sus renuevos salen sobre su huerto;
17
Vanse entretejiendo sus raíces junto á una fuente, Y enlazándose hasta un lugar pedregoso.
18
Si le arrancaren de su lugar, Este negarále entonces, diciendo: Nunca te vi.
19
Ciertamente éste será el gozo de su camino; Y de la tierra de donde se traspusiere, nacerán otros.
20
He aquí, Dios no aborrece al perfecto, Ni toma la mano de los malignos.
21
Aun henchirá tu boca de risa, Y tus labios de júbilo.
22
Los que te aborrecen, serán vestidos de confusión; Y la habitación de los impíos perecerá.