15
Y mi alma tuvo por mejor el ahogamiento, y quiso la muerte más que a mis huesos
16
Abominé la vida; no quiero vivir para siempre; déjame, pues, que mis días son vanidad
17
¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y que pongas sobre él tu corazón
18
y lo visites todas las mañanas, y todos los momentos lo pruebes
19
¿Hasta cuándo no me dejarás, ni me soltarás hasta que trague mi saliva
20
Si he pecado, ¿qué te haré, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto contrario a ti, y que a mí mismo sea pesado
21
¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, y si me buscares de mañana, ya no seré hallado