11
»Por lo que a mí toca, no guardaré silencio;la angustia de mi alma me lleva a hablar,la amargura en que vivo me obliga a protestar.
12
¿Soy acaso el mar, el monstruo del abismo,para que me pongas bajo vigilancia?
13
Cuando pienso que en mi lecho hallaré consueloo encontraré alivio a mi queja,
14
aun allí me infundes miedo en mis sueños;¡me aterras con visiones!
15
¡Preferiría que me estrangularana seguir viviendo en este cuerpo!
16
Tengo en poco mi vida; no quiero vivir para siempre.¡Déjame en paz, que mi vida no tiene sentido!
17
»¿Qué es el hombre, que le das tanta importancia,que tanta atención le concedes,
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que cada mañana lo examinasy a toda hora lo pones a prueba?
19
Aparta de mí la mirada;¡déjame al menos tragar saliva!
20
Si he pecado, ¿en qué te afecta,vigilante de los mortales?¿Por qué te ensañas conmigo?¿Acaso te soy una carga?
21
¿Por qué no me perdonas mis pecados?¿Por qué no pasas por alto mi maldad?Un poco más, y yaceré en el polvo;me buscarás, pero habré dejado de existir».