11
¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida?
12
¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero?
13
¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo?
14
El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente.
15
Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas,
16
Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve;
17
Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar;
18
Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense.
19
Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas:
20
Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos.
21
Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis.