1
AHORA pues da voces, si habrá quien te responda; ¿Y á cuál de los santos te volverás?
2
Es cierto que al necio la ira lo mata, Y al codicioso consume la envidia.
3
Yo he visto al necio que echaba raíces, Y en la misma hora maldije su habitación.
4
Sus hijos estarán lejos de la salud, Y en la puerta serán quebrantados, Y no habrá quien los libre.
5
Su mies comerán los hambrientos, Y sacaránla de entre las espinas, Y los sedientos beberán su hacienda.
6
Porque la iniquidad no sale del polvo, Ni la molestia brota de la tierra.
7
Empero como las centellas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción.
8
Ciertamente yo buscaría á Dios, Y depositaría en él mis negocios: