12
No dejaré de hablar de sus miembros, ni de su gran poder, ni de su agraciada figura.
13
¿Quién lo desnudará de su armadura exterior? ¿Quién penetrará su doble malla?
14
¿Quién abrirá las puertas de sus fauces? Alrededor de sus dientes hay terror.
15
Sus fuertes escamas son su orgullo, cerradas como con apretado sello.
16
La una está tan cerca de la otra que el aire no puede penetrar entre ellas.
17
Unidas están una a la otra; se traban entre sí y no pueden separarse.
18
Sus estornudos dan destellos de luz, y sus ojos son como los párpados del alba.
19
De su boca salen antorchas, chispas de fuego saltan.
20
De sus narices sale humo, como de una olla que hierve sobre juncos encendidos.
21
Su aliento enciende carbones, y una llama sale de su boca.
22
En su cuello reside el poder, y salta el desaliento delante de él.