7
(39-10) Búrlase de la multitud de la ciudad: No oye las voces del arriero.
8
(39-11) Lo oculto de los montes es su pasto, Y anda buscando todo lo que está verde.
9
(39-12) ¿Querrá el unicornio servirte á ti, Ni quedar á tu pesebre?
10
(39-13) ¿Atarás tú al unicornio con su coyunda para el surco? ¿Labrará los valles en pos de ti?
11
(39-14) ¿Confiarás tú en él, por ser grande su fortaleza, Y le fiarás tu labor?
12
(39-15) ¿Fiarás de él que te tornará tu simiente, Y que la allegará en tu era?
13
(39-16) ¿Diste tú hermosas alas al pavo real, O alas y plumas al avestruz?
14
(39-17) El cual desampara en la tierra sus huevos, Y sobre el polvo los calienta,
15
(39-18) Y olvídase de que los pisará el pie, Y que los quebrará bestia del campo.
16
(39-19) Endurécese para con sus hijos, como si no fuesen suyos, No temiendo que su trabajo haya sido en vano:
17
(39-20) Porque le privó Dios de sabiduría, Y no le dió inteligencia.