15
se olvida de que algún pie los puede aplastar, o una bestia salvaje los puede pisotear.
16
Trata a sus hijos con crueldad, como si no fueran suyos; aunque su trabajo sea en vano, le es indiferente;
17
porque Dios le ha hecho olvidar la sabiduría, y no le ha dado su porción de inteligencia.
18
Pero cuando se levanta en alto, se burla del caballo y de su jinete.
19
¿Das tú al caballo su fuerza? ¿Revistes su cuello de crin?
20
¿Le haces saltar como la langosta? Terrible es su formidable resoplido;
21
escarba en el valle, y se regocija en su fuerza; sale al encuentro de las armas.
22
Se burla del temor y no se acobarda, ni retrocede ante la espada.
23
Resuena contra él la aljaba, la lanza reluciente y la jabalina.
24
Con ímpetu y furor corre sobre la tierra; y no se está quieto al sonido de la trompeta.
25
Cada vez que la trompeta suena, como que dice: "¡Ea!", y desde lejos olfatea la batalla, las voces atronadoras de los capitanes y el grito de guerra.