11
(39-14) ¿Confiarás tú en él, por ser grande su fortaleza, Y le fiarás tu labor?
12
(39-15) ¿Fiarás de él que te tornará tu simiente, Y que la allegará en tu era?
13
(39-16) ¿Diste tú hermosas alas al pavo real, O alas y plumas al avestruz?
14
(39-17) El cual desampara en la tierra sus huevos, Y sobre el polvo los calienta,
15
(39-18) Y olvídase de que los pisará el pie, Y que los quebrará bestia del campo.
16
(39-19) Endurécese para con sus hijos, como si no fuesen suyos, No temiendo que su trabajo haya sido en vano:
17
(39-20) Porque le privó Dios de sabiduría, Y no le dió inteligencia.
18
(39-21) Luego que se levanta en alto, Búrlase del caballo y de su jinete.
19
(39-22) ¿Diste tú al caballo la fortaleza? ¿Vestiste tú su cerviz de relincho?
20
(39-23) ¿Le intimidarás tú como á alguna langosta? El resoplido de su nariz es formidable:
21
(39-24) Escarba la tierra, alégrase en su fuerza, Sale al encuentro de las armas: