8
¿O quién encerró con puertas el mar, cuando, irrumpiendo, se salió de su seno;
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cuando hice de una nube su vestidura, y de espesa oscuridad sus pañales;
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cuando sobre él establecí límites, puse puertas y cerrojos,
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y dije: "Hasta aquí llegarás, pero no más allá; aquí se detendrá el orgullo de tus olas"?
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¿Alguna vez en tu vida has mandado a la mañana, y hecho conocer al alba su lugar,
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para que ella eche mano a los confines de la tierra, y de ella sean sacudidos los impíos?
14
Ella cambia como barro bajo el sello; y como con vestidura se presenta.
15
Mas se quita la luz a los impíos, y se quiebra el brazo levantado.
16
¿Has entrado hasta las fuentes del mar, o andado en las profundidades del abismo?
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¿Te han sido reveladas las puertas de la muerte, o has visto las puertas de la densa oscuridad?
18
¿Has comprendido la extensión de la tierra? Dímelo, si tú sabes todo esto.