30
El agua se endurece como la piedra, y aprisionada está la superficie del abismo.
31
¿Puedes tú atar las cadenas de las Pléyades, o desatar las cuerdas de Orión?
32
¿Haces aparecer una constelación a su tiempo, y conduces la Osa con sus hijos?
33
¿Conoces tú las ordenanzas de los cielos, o fijas su dominio en la tierra?
34
¿Puedes levantar tu voz a las nubes, para que abundancia de agua te cubra?
35
¿Envías los relámpagos para que vayan y te digan: "Aquí estamos?"
36
¿Quién ha puesto sabiduría en lo más íntimo del ser, o ha dado a la mente inteligencia?
37
¿Quién puede contar las nubes con sabiduría, o inclinar los odres de los cielos,
38
cuando el polvo en masa se endurece, y los terrones se pegan entre sí?
39
¿Puedes cazar la presa para la leona, o saciar el apetito de los leoncillos,
40
cuando se agachan en sus madrigueras, o están al acecho en sus guaridas?
41
¿Quién prepara para el cuervo su alimento, cuando sus crías claman a Dios, y vagan sin comida?