22
¿Has entrado tú en los tesoros de la nieve, y has visto los tesoros del granizo,
23
lo cual tengo yo reservado para el tiempo de la angustia, para el día de la guerra y de la batalla?
24
¿Cuál sea el camino por donde se reparte la luz; por donde se esparce el viento solano sobre la tierra?
25
¿Quién repartió conducto al turbión, y camino a los relámpagos y truenos,
26
haciendo llover sobre la tierra deshabitada, sobre el desierto, donde no hay hombre,
27
para saciar la tierra desierta e inculta, y para hacer producir de verdura renuevos?
28
¿Por ventura la lluvia tiene padre? ¿O quién engendró las gotas del rocío?
29
¿Del vientre de quién salió el hielo? Y la helada del cielo, ¿quién la engendró?
30
Las aguas se endurecen a manera de piedra, y se congela la faz del abismo.
31
¿Detendrás tú por ventura las delicias de las Pléyades, o desatarás las ligaduras del Orión?
32
¿Sacarás tú a su tiempo los signos de los cielos, o guiarás el Arcturo con sus hijos?
33
¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra?
34
¿Alzarás tú a las nubes tu voz, para que te cubra muchedumbre de aguas?
35
¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y te dirán ellos: Henos aquí?
36
¿Quién puso la sabiduría en el corazón? ¿O quién dio al entendimiento la inteligencia?
37
¿Quién puso por cuenta los cielos con sabiduría? Y los odres de los cielos, ¿quién los hace parar,
38
cuando el polvo se ha endurecido con dureza, y los terrones se pegan unos a otros?
39
¿Cazarás tú la presa para el león? ¿Y saciarás el hambre de los leoncillos,
40
cuando están echados en las cuevas, o se están en sus guaridas para acechar?
41
¿Quién preparó al cuervo su alimento, cuando sus polluelos claman a Dios, y andan errantes sin comida?