2
Espérame un poco, y te enseñaré; porque todavía hablo por Dios
3
Tomaré mi sabiduría de lejos, y daré la justicia a mi hacedor
4
Porque de cierto no son mentira mis palabras; antes se trata contigo con perfecto conocimiento
5
He aquí que Dios es grande, y no aborrece; fuerte es en virtud de corazón
6
No dará vida al impío, antes a los humildes dará su derecho
7
No quitará sus ojos del justo; antes bien con los reyes los pondrá en silla para siempre, y serán ensalzados
8
Y si estuvieren presos en grillos, y cautivos en las cuerdas de la aflicción
9
él les anunciará la obra de ellos, y que sus rebeliones prevalecieron
10
Y despierta el oído de ellos para instrucción, y les manda que se conviertan de la iniquidad
11
Si oyeren, y le sirvieren, acabarán sus días en bien, y sus años en deleites
12
Mas si no oyeren, serán pasados a espada, y perecerán sin conocimiento