19
¿Por ventura estimará él tus riquezas, ni del oro, ni de todas las fuerzas de la potencia
20
No anheles la noche, en la cual él corta los pueblos de su lugar
21
Guárdate, no mires a la iniquidad; teniéndola por mejor que la pobreza
22
He aquí que Dios es excelso con su potencia; ¿qué enseñador semejante a él
23
¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Iniquidad has hecho
24
Acuérdate de engrandecer su obra, la cual contemplan los hombres
25
La cual vieron todos los hombres; y el hombre la ve de lejos
26
He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; ni se puede rastrear el número de sus años
27
Porque él detiene las goteras de las aguas, cuando la lluvia se derrama de su vapor
28
cuando gotean de las nubes, gotean sobre los hombres en abundancia
29
¿Si entenderá también los extendimientos de las nubes, y los bramidos de su tienda
30
He aquí que sobre él extiende su luz, y cubrió las raíces del mar
31
Con ellas juzga a los pueblos, y da comida a la multitud
32
Con las nubes encubre la luz, y les manda que vayan contra ella
33
La una da nuevas de la otra; la una adquiere ira contra la que viene