2
He aquí, ahora abro mi boca, en mi paladar habla mi lengua.
3
Mis palabras proceden de la rectitud de mi corazón, y con sinceridad mis labios hablan lo que saben.
4
El Espíritu de Dios me ha hecho, y el aliento del Todopoderoso me da vida.
5
Contradíceme si puedes; colócate delante de mí, ponte en pie.
6
He aquí, yo como tú, pertenezco a Dios; del barro yo también he sido formado.
7
He aquí, mi temor no te debe espantar, ni mi mano agravarse sobre ti.
8
Ciertamente has hablado a oídos míos, y el sonido de tus palabras he oído:
9
"Yo soy limpio, sin transgresión; soy inocente y en mí no hay culpa.
10
"He aquí, El busca pretextos contra mí; me tiene por enemigo suyo.
11
"Pone mis pies en el cepo; vigila todas mis sendas."
12
He aquí, déjame decirte que no tienes razón en esto, porque Dios es más grande que el hombre.