16
entonces revela al oído de los hombres, y les sella su instrucción
17
para quitar al hombre de su propia obra, y cubrir al varón de la soberbia
18
Así detendrá su alma de corrupción, y su vida de ser pasado a espada
19
También sobre su cama es castigado con dolor fuerte en todos sus huesos
20
que le hace que su vida aborrezca el pan, y su alma la comida suave
21
Su carne desfallece sin verse, y sus huesos, que antes no se veían, aparecen
22
Su alma se acercará al sepulcro, y su vida a los enterradores
23
Si tuviera cerca de él un mensajero, un intérprete, uno entre mil que mostrare al hombre su rectitud
24
que le diga que Dios tuvo de él misericordia, que lo libró de descender al sepulcro, que halló rescate
25
se enternecerá su carne más que de niño, y volverá a los días de su juventud
26
Orará a Dios, y le amará, y verá su faz con gritos de alegría; y él dará al hombre el pago de su justicia
27
El mira sobre los hombres; y el que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado
28
Dios rescatará su alma, que no pase a la huesa, y su vida se verá en luz
29
He aquí, todas estas cosas hace Dios dos y tres veces con el hombre
30
para apartar su alma de la huesa, e iluminarlo con la luz de los vivientes
31
Escucha, Job, y óyeme; calla, y yo hablaré
32
Y si tuvieres palabras, respóndeme; habla, porque yo te quiero justificar
33
Y si no, óyeme tú a mí; calla, y te enseñaré sabiduría