14
Dios nos habla una y otra vez,aunque no lo percibamos.
15
Algunas veces en sueños,otras veces en visiones nocturnas,cuando caemos en un sopor profundo,o cuando dormitamos en el lecho,
16
él nos habla al oídoy nos aterra con sus advertencias,
17
para apartarnos de hacer lo maloy alejarnos de la soberbia;
18
para librarnos de caer en el sepulcroy de cruzar el umbral de la muerte.
19
A veces nos castiga con el lecho del dolor,con frecuentes dolencias en los huesos.
20
Nuestro ser encuentra repugnante la comida;el mejor manjar nos parece aborrecible.
21
Nuestra carne va perdiéndose en la nada,hasta se nos pueden contar los huesos.
22
Nuestra vida va acercándose al sepulcro,se acerca a los heraldos de la muerte.
23
»Mas si un ángel, uno entre mil,aboga por el hombre y sale en su favor,y da constancia de su rectitud;
24
si le tiene compasión y le ruega a Dios:“Sálvalo de caer en la tumba,que ya tengo su rescate”,