9
No los grandes son los sabios, Ni los viejos entienden el derecho.
10
Por tanto yo dije: Escuchadme; Declararé yo también mi sabiduría.
11
He aquí yo he esperado á vuestras razones, He escuchado vuestros argumentos, En tanto que buscabais palabras.
12
Os he pues prestado atención, Y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya á Job, Y responda á sus razones.
13
Porque no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría: Lanzólo Dios, no el hombre.
14
Ahora bien, Job no enderezó á mí sus palabras, Ni yo le responderé con vuestras razones.
15
Espantáronse, no respondieron más; Fuéronseles los razonamientos.
16
Yo pues he esperado, porque no hablaban, Antes pararon, y no respondieron más.
17
Por eso yo también responderé mi parte, También yo declararé mi juicio.
18
Porque lleno estoy de palabras, Y el espíritu de mi vientre me constriñe.
19
De cierto mi vientre está como el vino que no tiene respiradero, Y se rompe como odres nuevos.
20
Hablaré pues y respiraré; Abriré mis labios, y responderé.
21
No haré ahora acepción de personas, Ni usaré con hombre de lisonjeros títulos.
22
Porque no sé hablar lisonjas: De otra manera en breve mi Hacedor me consuma.