20
si no me bendijeron sus lomos, y del vellón de mis ovejas se calentaron
21
si alcé contra el huérfano mi mano, aunque viere que todos me ayudarían en la puerta
22
mi espalda se caiga de mi hombro, y mi brazo sea quebrado de mi canilla
23
Porque temí el castigo de Dios, contra cuya alteza yo no tendría poder
24
Si puse en el oro mi esperanza, y dije al oro: Mi confianza eres tú
25
si me alegré de que mi hacienda se multiplicare, y de que mi mano hallare mucho
26
si he mirado al sol cuando resplandecía, y a la luna cuando iba hermosa
27
y mi corazón se engañó en secreto, y mi boca besó mi mano
28
esto también fuera iniquidad comprobada; porque habría negado al Dios soberano
29
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal
30
que ni aun entregué al pecado mi paladar, pidiendo maldición para su alma