1
Después abrió Job su boca y maldijo el día de su nacimiento.
2
Y Job dijo:
3
Perezca el día en que yo nací, y la noche que dijo: "Un varón ha sido concebido."
4
Sea ese día tinieblas, no lo tome en cuenta Dios desde lo alto, ni resplandezca sobre él la luz.
5
Apodérense de él tinieblas y densa oscuridad, pósese sobre él una nube, llénelo de terror la negrura del día.
6
Y en cuanto a aquella noche, apodérense de ella las tinieblas; que no se alegre entre los días del año, ni se cuente en el número de los meses.
7
He aquí, sea estéril aquella noche, no entren en ella gritos de júbilo.
8
Maldíganla los que maldicen el día, los que están listos para despertar a Leviatán.