8
De la inundación de los montes fueron humedecidos, y abrazan las peñas sin tener en qué cubrirse.
9
Quitan el pecho a los huérfanos, y de sobre el pobre toman la prenda.
10
Al desnudo hacen andar sin vestido, y a los hambrientos quitan las gavillas.
11
De dentro de sus paredes exprimen el aceite, pisan los lagares, y mueren de sed.
12
De la ciudad claman los hombres, y las almas muertas dan voces, pero Dios no puso estorbo.
13
Ellos son entre los rebeldes a la luz, nunca conocieron sus caminos, ni estuvieron en sus veredas.
14
A la luz se levanta el matador, mata al pobre y al necesitado, y de noche es como ladrón.
15
El ojo del adúltero está aguardando la noche, diciendo: No me verá nadie; y esconde su rostro.
16
En las tinieblas minan las casas, que de día para sí señalaron; no conocen la luz.
17
Porque la mañana es a todos ellos como sombra de muerte; si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman .
18
Son livianos sobre las aguas; su porción es maldita en la tierra; nunca vienen por el camino de las viñas.