8
Empero el hombre pudiente tuvo la tierra; Y habitó en ella el distinguido.
9
Las viudas enviaste vacías, Y los brazos de los huérfanos fueron quebrados.
10
Por tanto hay lazos alrededor de ti, Y te turba espanto repentino;
11
O tinieblas, porque no veas; Y abundancia de agua te cubre.
12
¿No está Dios en la altura de los cielos? Mira lo encumbrado de las estrellas, cuán elevadas están.
13
¿Y dirás tú: Qué sabe Dios? ¿Cómo juzgará por medio de la oscuridad?
14
Las nubes son su escondedero, y no ve; Y por el circuito del cielo se pasea.
15
¿Quieres tú guardar la senda antigua, Que pisaron los hombres perversos?
16
Los cuales fueron cortados antes de tiempo, Cuyo fundamento fué como un río derramado:
17
Que decían á Dios: Apártate de nosotros. ¿Y qué les había hecho el Omnipotente?
18
Habíales él henchido sus casas de bienes. Sea empero el consejo de ellos lejos de mí.