5
Por cierto tu malicia es grande, y tus maldades no tienen fin.
6
Porque sacaste prenda a tus hermanos sin causa, e hiciste desnudar las ropas de los desnudos.
7
No diste de beber agua al cansado, y detuviste el pan al hambriento.
8
Pero el hombre pudiente tuvo la tierra; y habitó en ella el honrado.
9
A las viudas enviaste vacías, y los brazos de los huérfanos fueron quebrados.
10
Por tanto hay lazos alrededor de ti, y te turba espanto repentino;
11
o tinieblas, para que no veas; y abundancia de agua te cubre.
12
¿Por ventura Dios no está en la altura de los cielos? Mira la altura de las estrellas, cómo son altas.
13
¿Y dirás tú: Qué sabe Dios? ¿Cómo juzgará por medio de la oscuridad?
14
Las nubes son su escondedero, y no ve; y por el cerco del cielo se pasea.
15
¿Quieres tú guardar la senda antigua, que pisaron los varones perversos?