2 Oid atentamente mi palabra, Y sea esto vuestros consuelos.
3 Soportadme, y yo hablaré; Y después que hubiere hablado, escarneced.
4 ¿Hablo yo á algún hombre? Y ¿por qué no se ha de angustiar mi espíritu?
5 Miradme, y espantaos, Y poned la mano sobre la boca.
6 Aun yo mismo, cuando me acuerdo, me asombro, Y toma temblor mi carne.
7 ¿Por qué viven los impíos, Y se envejecen, y aun crecen en riquezas?
8 Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; Y sus renuevos delante de sus ojos.
9 Sus casas seguras de temor, Ni hay azote de Dios sobre ellos.
10 Sus vacas conciben, no abortan; Paren sus vacas, y no malogran su cría.
11 Salen sus chiquitos como manada, Y sus hijos andan saltando.
12 Al son de tamboril y cítara saltan, Y se huelgan al son del órgano.
13 Gastan sus días en bien, Y en un momento descienden á la sepultura.
14 Dicen pues á Dios: Apártate de nosotros, Que no queremos el conocimiento de tus caminos.
15 ¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos á él?
16 He aquí que su bien no está en manos de ellos: El consejo de los impíos lejos esté de mí.
17 ¡Oh cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada, Y viene sobre ellos su quebranto, Y Dios en su ira les reparte dolores!
18 Serán como la paja delante del viento, Y como el tamo que arrebata el torbellino.
19 Dios guardará para sus hijos su violencia; Y le dará su pago, para que conozca.
20 Verán sus ojos su quebranto, Y beberá de la ira del Todopoderoso.
21 Porque ¿qué deleite tendrá él de su casa después de sí, Siendo cortado el número de sus meses?
22 ¿Enseñará alguien á Dios sabiduría, Juzgando él á los que están elevados?
23 Este morirá en el vigor de su hermosura, todo quieto y pacífico.
24 Sus colodras están llenas de leche, Y sus huesos serán regados de tuétano.
25 Y estotro morirá en amargura de ánimo, Y no habiendo comido jamás con gusto.
26 Igualmente yacerán ellos en el polvo, Y gusanos los cubrirán.
27 He aquí, yo conozco vuestros pensamientos, Y las imaginaciones que contra mí forjáis.
28 Porque decís: ¿Qué es de la casa del príncipe, Y qué de la tienda de las moradas de los impíos?
29 ¿No habéis preguntado á los que pasan por los caminos, Por cuyas señas no negaréis,
30 Que el malo es reservado para el día de la destrucción? Presentados serán en el día de las iras.
31 ¿Quién le denunciará en su cara su camino? Y de lo que él hizo, ¿quién le dará el pago?
32 Porque llevado será él á los sepulcros, Y en el montón permanecerá.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Job 21:2 Escuchad atentamente mis palabras, y que sea éste vuestro consuelo para mí.

English Standard Version ESV

Job 21:2 "Keep listening to my words, and let this be your comfort.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Job 21:2 Oíd atentamente mi palabra, y sea esto por vuestros consuelos

King James Version KJV

Job 21:2 Hear diligently my speech, and let this be your consolations.

New King James Version NKJV

Job 21:2 "Listen carefully to my speech, And let this be your consolation.

Nueva Traducción Viviente NTV

Job 21:2 «Escuchen con atención lo que digo;
es una forma de consolarme.

Nueva Versión Internacional NVI

Job 21:2 «Escuchen atentamente mis palabras;concédanme este consuelo.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Job 21:2 Oíd atentamente mi palabra, y sea esto por vuestros consuelos.

Herramientas de Estudio para Job 21:2-32